En el mito, los dos hermanos
varones de Birán se encuentran constantemente combatiendo por el trono de La
habana, debido a una maldición que su antecesor en el poder; Batista, había
lanzado contra ellos.
Se suponía que Fidel y Raúl se iban a turnar el trono
periódicamente, pero, en algún momento, Fidel decide quedarse en el poder
después de cumplido su período, por lo que se desencadena una guerra, pues,
ofendido, Raúl busca ayuda en la
vejez, un rival divino, hace correr el tiempo que a su
vez encorva y seniliza a su hermano entonces regresa para reclamar lo que es
suyo.
La guerra concluye con la muerte de los dos
hermanos por envejecimiento, cada uno a manos del otro, como decía la profecía.
Yoani, entonces, se convierte en reina de La habana y
dictamina que, por haber traicionado a su patria, Raúl y Fidel no serán enterrados dignamente y se dejarán a las afueras de la ciudad al arbitrio de los
revendedores de huesos para brujería, las auras tiñosas y los perros callejeros.