Resulta insultante que hayan esclavizado y arruinado el
futuro de todo un país y encima tengamos que callar y acatar órdenes
dictatoriales a cambio de nada. Dejémonos de farsas, este modelo “dictatorial-socio-castrista”
ha muerto y hace falta que los Castro desaparezca lo antes posible de la faz de
la tierra para comenzar a innovar cosas nuevas y más humanas.
“Y quiero decirle al
pueblo y a las madres de Cuba que resolveré todos los problemas sin derramar
una gota de sangre. Les digo a las madres que nunca a causa de nosotros tendrán
que llorar”
Palabras pronunciadas por el dictador (Castro
I) el 9 de enero de 1959 un día después de su entrada a La habana.
A partir de entonces la sangre no dejo de salpicar los muros
de La cabaña donde se sucedían los fusilamientos como si de una cadena de producción
se tratara, todo obra de la trituradora revolucionaria que hábilmente montaron
los Castro y su pandilla. Desde aquel día
los cubanos no han dejado de derramar lagrimas, ya sea por no tener libertad, por
no tener derechos, no tener recursos, estar lejos de sus familiares, por haber
perdido a un ser querido en la tierra, el mar o en el aire y por infinidades de atropellos mas.
Hoy el sufrimiento es agónico para muchos de esos ancianos
olvidados y despreciados por su revolución, todavía deben retumbar en sus
conciencias los llamados frenéticos que hacían contra sus coterráneos de “¡Paredón!”,
“¡Paredón!”, avivando y dando el visto bueno al César absoluto del Caribe, el
dueño de la vida y la muerte, para que ejecutara la barbarie y se llevara por
delante la vida de miles de cubanos. Creo que es muy difícil para algunos creer
estas cosas porque nunca han tenido la desgracia de vivir en una tiranía despreciable,
el actual dictador en funciones, el hermano menor, en junio de ese mismo año
1959 y en presencia de su hermano y el asesino Che Guevara dijo que “para que la revolución triunfe hace falta
una noche de cuchillos largos que corte muchas cabezas de nuestros enemigos”
Y es verdad que lo cumplió en lo único que se equivoco fue en confundir una
noche con 53 años.
Cuba no es ni mucho menos esa isla feliz que pretenden
vender los adláteres de la dictadura y de vez en cuando es conveniente recordar
los crímenes que llevan sobre sus espaldas los dos hermanos de Biran, y a sus
defensores decirles que analicen lo que están defendiendo, que en esta vida
todo se paga y de nada valen hoy palabras “cagalitrosas” en forma de
reflexiones babeantes, el que asesina es asesino para toda la vida y el que
defiende al asesino por los motivos que sean es un cómplice repugnante.