Todos sabemos que en Cuba hay un gobierno dictatorial que solo dirige y organiza con eficacia la parte política del país, la económica es tarea de los cubanos que se marcharon que son los que mantienen directa o indirectamente al pueblo cubano de todo tipo de necesidades alimenticias y materiales.
El estado en esta labor social solo actúa como un vulgar mantero (vendedor de mercadillo ilegal)coloca en sus tiendas los productos que compra bien baratos en el exterior y les grava un alto por ciento de ganancias para recaudar todo el dinero que envían a sus familiares los cubanos huidos de la isla y así con ese dinero mantener sus instituciones militares que adsorben más del 70% de los gastos en la isla, gasto este que no le preocupa en lo absoluto al dictador porque es este entramado militar y paramilitar el que le permite mantener a raya al pueblo ejerciendo el terror de estado constantemente y garantizando así su vida casi eterna en el poder.
La dictadura cubana lleva ya 51 años ofreciéndole a su pueblo educación y salud gratuita y de muy mala calidad y a un alto precio. Al precio de tener que someterse y acatar sin discusión el discurso oficial, de mantenerse silencioso y apacible ante la inoperatividad de las instituciones estatales, de arrebatar a todos los cubanos que abandonan el país sus bienes materiales privados, de obligarles a pagar visas encubiertas, tasas y aranceles abusivos tanto para entrar como para salir del país que los vio nacer.
Los ciudadanos cubanos de dentro y fuera de la isla han tenido que soportar la humillación de ver como los extranjeros invierten en negocios privados en su propia tierra mientras ellos aunque tengan mayores fortunas y facilidades de inversiones están vetados o mejor dicho bloqueados por el estado que no contempla para ningún nacional esta posibilidad. ¿Por qué?, porque los emprendedores y los que tenemos otra visión del desarrollo de nuestro país somos considerados en nuestra propia tierra como enemigos del sistema.
De un sistema que es incapaz de hacer ninguna labor con constancia y calidad producto a su insistencia en querer someter a los trabajadores cubanos a ejercer un trabajo casi desinteresado el cual pretende remunerar con unos bonos llamados pesos cubanos que carecen de poder adquisitivo.
Por eso los cubanos se preguntan ¿para qué queremos educación gratuita?
Para darnos cuenta desde temprana edad que no tenemos en nuestro propio país más que dos salidas, dejarnos adoctrinar y esclavizar disciplinadamente o escapar al exilio en busca de libertad y como bien instruidos que estamos descartar la idea de enfrentarlos ya que desde la distancia vemos aterrorizados como son tratados los nobles cubanos que optan por esta opción suicida de la disidencia publica.
¿Para qué queremos medicina gratis?
Para luego de ser atendido por un profesional tener que enfrentar la realidad en una farmacia al ver imposible la ejecución de nuestro plan médico por falta de medicinas y tener que acudir una vez más a la ayuda de los familiares exiliados, o que una hermana se prostituya con un extranjero y así tener acceso a medicinas en farmacias exclusivas de divisas. Para curarnos tomando agua no potable porque el estado es incapaz de mantener estos servicios básicos.
Merece la pena tanto sacrificio para que una sola familia y su cúpula servil vivan bien y 14 millones de cubanos mal, es aceptable soportar declaraciones como las de Ricardo Alarcón cuando dijo.
Yo le respondo al señor Alarcón, que nos tiene acostumbrado a todas estas sandeces.
Que la dictadura le de la libertad a los presos políticos, aunque sea un año.
Que la dictadura les pague el salario a sus trabajadores en CUC, aunque sea un año.
Que la dictadura permita la libertad de expresión, aunque sea un año.
Que la dictadura permita Internet libre en Cuba, aunque sea un año.
Que la dictadura elimine los controles de entrada y salida a los cubanos, aunque sea un año.
Que la dictadura deje invertir libremente en Cuba a todos los cubanos, aunque sea un año.
Que se vayan del poder Raúl, Fidel y usted Alarcón y todos los tiranosaurios que los secundan, aunque sea un año.
Que la dictadura le de la libertad a los presos políticos, aunque sea un año.
Que la dictadura les pague el salario a sus trabajadores en CUC, aunque sea un año.
Que la dictadura permita la libertad de expresión, aunque sea un año.
Que la dictadura permita Internet libre en Cuba, aunque sea un año.
Que la dictadura elimine los controles de entrada y salida a los cubanos, aunque sea un año.
Que la dictadura deje invertir libremente en Cuba a todos los cubanos, aunque sea un año.
Que se vayan del poder Raúl, Fidel y usted Alarcón y todos los tiranosaurios que los secundan, aunque sea un año.
Cumplan primero ustedes con todos estos reclamos………
Para que los cubanos, todos, sean felices, aunque sea un año.
leer también La habana real de Iván García.
Para que los cubanos, todos, sean felices, aunque sea un año.
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