Para tener derechos humanos en la isla cárcel primero que
todo hay que restaurar la verdad a todos los niveles de la vida nacional, desde
la simulación y la mentira resulta imposible luchar contra la mafia castrista, mientras
sigamos percibiendo la disidencia activa como una carrera de obstáculos que termina en
la escalerilla de un avión estamos perdidos.
Los derechos humanos a la mayoría nos interesa una mierda y
eso lo demuestra hoy que de los cientos de miles que somos en esta
batalla solo 242 hemos firmado por la libertad de Sonia Garro y Ramón
Alejandro.
La frivolidad es la norma de vida: Cuba no es espectáculo
que divierta pero bien vale la pena para algunos desalmados seguir haciendo
caja. Los disidentes, los de verdad y los de paja (creados estos últimos por
los tontos útiles), para muchos valen por el dinero que generan y no por su
poder de convocatoria dentro de la isla, mucho menos por su sacrificio. La
moral, la honestidad, el amor y el patriotismo son los dioses que abandonaron
desde hace bastante tiempo el Olimpo cubano.
Somos una generación cansada de mentiras, de simulación, de ver
titanes de cartón que se deshacen en las escalerillas de un avión que les aterriza 45 minutos mas tarde en el olvido,
pero resulta que cuando desde nuestra honestidad en el exilio les criticamos
severamente se nos atribuyen pecados imperdonables y se nos condena al
ostracismo o al calificativo de cubano no confiable y/o posible agente de las
hordas castristas.
Cuando te vas, estas abandonando todo, tu currículo se pone
a cero, ya de nada vale lo que hiciste o fingiste hacer. No acabo de entender
esos "luchadores" que abandonan su lucha de la noche a la mañana sin más,
sin cargo de conciencia, sin el más mínimo reparo. No imagino a un gladiador
pidiendo asilo en Egipto antes de que salieran los leones al coliseo romano.
Asco me da la doble moral y el oportunismo, las fotos de
protesta de gentes apiñadas dentro de una casa que solo trasmiten picaresca, frialdad y pánico
colectivo, y los proyectos libertarios que solo dejan entre ver las ansias de
cobrar de las ayudas o pedir limosnas sin vergüenza alguna por Internet ya sea
saldo para el celular o algún gadget, un poco de repulsa me dan los cortesanos
de la cúpula divina de la bloguera en jefe cubana y
el turbio “Estado de SATanidad” al servicio solo de unos pocos
habitantes escogidos de la WWW, de Miramar y El vedado, que son los que consumen sus
contenidos por su propio bien y por el bien de ellos mismos también.
Los más populares aquí en las redes son los menos conocidos
dentro de la isla cárcel, que le va a importar a uno que vive en el extrarradio
andrajoso o a un hambriento, o a otro que reúne ambas condiciones, un repinchado
de cuello y corbata cacareando un discurso que hace malabares ideológicos y que roza el contubernio con la
cúpula dictatorial y no aborda la problemática en lo hondo de los bajos fondos
sociales.
Muchos, tanto dentro como fuera de Cuba, no se merecen ni el
sol, para nosotros el mundo se acabo en 1959, lo del 21/12/2012 es una fabula Maya.