SI QUIERES REFUTAR, REFUTAMOS

Desde el primer día que nació este blog me propuse no responder a los cuestionamientos de los anónimos, siempre he visto usar la opción de comentarios anónimos como algo mezquino, cuando usted siente la necesidad de rebatir o argumentar algo para hacer valer sus criterios lo más importante es dar la cara, pero parece que hay gente que viven en la vida con tal pánico que no han encontrado el valor de expresarse poniendo un nombre en los comentarios. Desde aquí invito al anónimo de marras a que dé la cara, no importa hombre que digas quien eres, la dictadura no te hará nada, aunque aquí comentes podrás seguir haciendo tus viajecitos a Cuba, podrás seguir especulando allí y ligando con niña(o)s que recién han salido de la minoría de edad o que aun son menores, no te preocupes que ese trabajo de camello lo podrás seguir dando, mientras compres las conciencias de las corruptas autoridades de la isla no hay problemas, en el comunismo de Fidel Castro todo vale siempre que prevalezca de antemano la billetera, para la próxima da tu nombre y veras que en tu próximo viaje a Cuba no te pasara nada.

Ahora eso si no vengas aquí a decir estas tonterías porque créeme que te convertirás en el hazme reír de todos los que por aquí pasan, para contestar a tus inquietudes he copiado y pegado aquí tus palabras y a continuación renglón por renglón te iré contestando lo que yo pienso al respecto y no te doy derecho a refutar, tu retuércete y hasta cágate en la madre del castrista que te amino a interactuar en los blog de “los gusanos” o “los mafiosos” o “los mercenarios” como quieras llamarme. Y no es porque quiera adoptar las actitudes de los dictadores de La habana, que hacen de deshacen allí a su antojo sin que nadie del pueblo ni siquiera les pueda sugerir nada.

Bueno soldado socialista pasamos a la parte más cómica, he aquí tus comentarios y mis argumentos

*El obrero agrícola cubano no disponía, como promedio, de 25 centavos diarios para comer, vestir y calzar.

Resp. A.C.: En la década de los años 50 los precios de los productos estaban tan bajos que usted podía comprar en cualquier bodega (sin libreta de racionamiento) 1 quilo de cualquier producto, con 10 quilos en aquel entonces se podía hacer un ajiaco para toda la familia con varios recortes de viandas y su trozo de carne incluido. ¿Qué se puede comprar hoy con un quilo en Cuba?, nada, absolutamente nada. Hoy ese mismo guajiro con 25 pesos cubanos se las ve y se las desea para alimentar a un solo miembro de su familia, conclusión no compares épocas que siempre perderás, o eres muy joven para no darte cuenta de estas cosas o estas tan desinformado que dan pena tus cuestionamientos.

*El 60% de ellos vivía en bohíos de techo de guano y de piso de tierra, sin servicio ni letrina sanitaria, ni agua corriente.

Resp. A.C.: Como vive un cubano hoy en un solar en plena capital, estoy más que convencido que ese guajiro del bohío dijera con toda seguridad, -ni loco cambio mi bohío por esta insalubridad extrema.

*El 85% de esas covachas —rezagos increíbles de la vivienda aborigen precolombina— solamente tenían una o dos piezas en las que debía hacinarse toda la familia para dormir.

Resp. A.C.: Es incalculable hoy la cantidad de gente que pueden vivir en un cuarto de 12 m2 en un solar del centro de la capital pueden llegar a habitar tantas personas como m2 de superficie útil habitable tenga este.

*El 85% carecía de servicio de agua corriente. 

Resp. A.C.: Date un paseo por la capital de Cuba y habla con sus habitantes a cerca del servicio de agua potable que reciben de la dictadura, lo más bonito que te dirán será que hace tres días que no se pueden bañar dada la escases del preciado líquido y además te puedo argumentar que son escasos los hogares cubanos donde te puedes dar una ducha con agua corriente y para que mencionarte que este caliente, la tenencia de un calentador es inalcanzable para un ciudadano común, la revolución les regalo a los cubanos por tiempo indefinido el cubo y el jarrito.

*El 44% no asistió, no pudo asistir jamás, a una escuela.

Hoy la totalidad de los niños pueden asistir a las escuelas que están en pésimas condiciones de higiene pero es verdad que están ahí, eso si la educación que reciben hoy esos niños es una doctrina constante para alabar a los dirigentes revolucionarios (entiéndase los dictadores que todos conocemos) sus lápices, libretas y libros son de la peor calidad y la enseñanza que reciben es atrasada y descatalogada, impartida muchas veces por personas improvisadas que fungen como maestros, careciendo de fuentes de conocimiento actualizado como es Internet. Además no compensa que tu hijo tenga estudios a cambio de tener un trabajo mal pagado de por vida, que no te permita enfrentar los gastos básicos de un hogar.

Me da risa cuando comentas sobre la revista que dada cuenta de "cuando cae la tarde, en el 88 % de esos bohíos hay que encender el quinqué... cuando se dispone de luz brillante.

 Resp. A.C.: ¿Nadie te ha contado como son los apagones masivos en toda la isla?, te animo a que hables de ello aquí, pregunta al pueblo cubano que tal los apagones. Ha y el quinqué también se fue para Miami, ahora lo único que queda es la improvisada chismosa o la moderna linterna, eso si esta ultima mandada desde afuera.

Y de refrigerador o nevera ¿qué decir? Solamente el 3% de los hogares rurales cubanos disponía de alguno de estos artefactos. La conservación de los alimentos, pues, apenas se conoce".

Resp. A.C.: El tema este de los electrodomésticos vale la pena darle un repaso por arriba y solo meditar en lo siguiente, en aquel entonces países que son hoy del primer mundo posiblemente mostraran estos mismos índices de consumo que tu revista plantea, sin embargo hoy en esos mismos países que no optaron como Cuba por doctrinas absurdas para su administración política te puedes encontrar en cualquier esquina una nevera o una TV tirada que funciona.

 El alimento fundamental de esas familias era a base de arroz, frijoles y viandas. Solamente un 4% comía carne; un 2% consumía huevos; y un 11% tomaba leche. Su alimentación tenía un déficit de más de 1 000 calorías diarias, con ausencia de vitaminas y minerales fundamentales. A la desnutrición, la ignorancia y la insalubridad habría que añadir la enfermedad y el parasitismo. La encuesta mencionada probó que el 14% de los obreros agrícolas de este país padeció de tuberculosis; que el 13% sufrió la tifoidea.

Resp. A.C.: Este tema anónimo si no tenias que haberlo tocado, salta a la luz que mucha gente en Cuba hoy no tienen nada de eso que mencionas para alimentarse y te recuerdo que tus dirigentes revolucionarios erradicaron el consumo de leche en la población después de los 7 años, las enfermedades hoy han mutado en otras especies, los cubanos hoy sufren neuritis, parásitos resistentes a los antibióticos y la población de la tercera edad da pena como deambulan por las calles vendiendo jabas y periódicos para al final del día comer un pan con "averigua lo que es", un vaso de agua y a dormir en un camastro roído y sin colchón, eso los que pueden y todavía les queda un renco de vivienda, los demás estarán tirados por cualquier pestilente portal.

La capital, con el 22% de la población disponía del 65% de los médicos y el 62% de las camas hospitalarias. Resultaba paradójico que a pesar de ser Cuba un país de población mayoritariamente campesina, solamente había un hospital rural con 10 camas y sin ningún médico. La mortalidad infantil superaba los sesenta fallecidos por cada mil nacidos vivos, y la esperanza de vida apenas llegaba a los 58 años. El seguro de enfermedad nunca existió y sus instituciones tenían siempre un gran déficit financiero. Durante casi siete años, el régimen de Batista llegó a manipular más de tres mil millones de pesos obtenidos por la vía de las recaudaciones y las emisiones de valores públicos.

Resp. A.C.: La salud publica hoy existe como institución pero no funciona, solo los hospitales para altos dirigentes y turistas tienen equipamiento en condiciones, para el pueblo no hay nada y si quieres que un medico se interese medianamente por tus males tienes que sobornarlo con dinero o en especie, la cantidad de abortos que se realizan en la isla anulan el dato de los fallecidos por los nacidos vivos, la esperanza de vida en Cuba es un dato dudoso, la isla sigue hoy sin seguro médico, solo existe el seguro que le exigen a los visitantes cubanos como modo de esquilmarle el dinero de sus ahorros que dedican a sus necesitados familiares, y sería bueno recordarle a la dictadura que ellos no son los dueños de Cuba y que nosotros tenemos derecho como ciudadanos cubanos a la misma atención medica que tienen los que viven en la isla, la constitución no hace separaciones por clases, para la ley de leyes todos somos iguales. De las manipulaciones dinerarias ni hablar ¿A cuánto asciende el saldo en las cuentas de los altos dirigentes cubanos?, ¿De dónde han sacado esas fortunas que no justifican sus salarios ni su modo de vida opulenta?

Una probadita
Saludos Tu amigo anónimo el que te da luz en tu ensombrecido pensamiento

Resp. A.C.: Ya yo respondí a tu veneno, probé, si, que todavía hay gentes como tú que prefieren vivir habilidosamente de rodillas por propio beneficio, que ven en la alabanza al régimen asesino de La habana una vía de escape para poder entrar sin dificultad asiduamente a la isla y echarle en cara a aquellos pobres ciudadanos sin recursos los beneficios que tu disfrutas desde el capitalismo y que no sé porqué motivos, quieres impedir con tu absurdo apoyo a la dictadura, que aquellos no puedan gozar de tus mismos beneficios.

Ensombrecido estoy desde que nací bajo ese régimen del oprobio, donde, desde que tuve uso de razón me obligaron a aceptar ideales y falsas promesas de una banda de corruptos, si quería mantenerme con una libertad limitada y condicionada en la prisión grande que es toda esa isla, de lo contrario tendría que ir a parar a las mazmorras castristas por desobediencia, da pena ver a todo un país sumido en la simulación para mantenerse en libertad limitada, da pena ver a las personas hablando lo que no sienten, alabando a quien odian, robando para mal vivir. En Cuba hay mucho miedo producto del pánico social instaurado por la mafia de la familia Castro.


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