Metamorfosis de un revolucionario.

Melesio llego a la habana dispuesto a comerse el mundo, en oriente su provincia natal no había logrado nada que fuera digno de destacar con sus 21 años cumplidos no sabia lo que era el trabajo ni había trabajado nunca, vivía del cuento, sentado en las cuatros esquina a la espera de que algo cayera y de los pesitos cubanos que le sustraía a su tía Panchita de la cartera, sin tener en cuenta que esta señora de avanzada edad y deterioro físico acusado por las penurias que afronta un cubano sin (FE) familiares en el extranjero, se dejaba la vida lavando y planchando para todo el vecindario.

Melesio dejo la escuela cuando termino la primaria, títulos no ostentaba ninguno, diplomas mucho menos, pero tuvo una suerte este condenao del carajo, un buen día vinieron buscando gentes para ingresar en la policía nacional revolucionaria (P.N.R.), en su pueblo pocos o casi nadie se apunto, tamaña tarea para esos guajiros que están hechos y curtidos para el campo, no para andar de chulos por las calles haciendo daño a sus semejantes, de todos es sabido que en Cuba pocos quieren ser policías, solo los personajes como Melesio de bajo nivel cultural y peor catadura social dan el paso al frente.

Se lo llevaron para la habana, le dieron un cursillo intensivo y ya el flamante guajiro estaba vestido de uniforme, arma en ristre y paseándose por las calles de la capital, poco tiempo paso para que se corrompiera y formara parte de todo el entramado delincuencial capitalino, al cual había venido supuestamente a reprimir.

Fue poco a poco abriéndose camino con sobornos, intimidación y cualquier tipo de actitudes que estaban muy lejos de lo que el supuestamente representaba, “la ley”.

Con un golpe de suerte y unos cuantos miles de CUC se hizo de una casa en Guanabo, allí en primera línea de playa, se adentro en el mundo del jineterismo y los alquileres a extranjeros, cuando se creyó fuerte en su medio traiciono a la patria, la revolución y el socialismo, en fin pidió la baja de la P.N.R., a la mierda toda esta farsa se dijo, ahora si van a saber quien es Melesio.

Todo lo que se movía en Guanabo el lo controlaba y como si se tratara de una autentica metamorfosis, todos sus colegas de la P.N.R. otrora compañeros de fila y de partido estaban pasando por su misma experiencia y lo mantenían al tanto de los negocios y decomisos de la zona, los beneficios cada vez eran mayores, ya las expresiones eran otras, solía decir muy a menudo, ¡a mi La habana me queda chiquita! y es verdad compro cuatro conciencias para como por arte de magia aterrizar en Europa y como de dinero iba sobrado no tardo nada en cruzar el charco nuevamente pero esta vez a Miami.

Allí se dio un festín de charlas donde contaba de plató en plató de televisión todo tipo de interioridades del cuerpo represivo al cual perteneció en Cuba, la P.N.R., y esto contribuyo a que se le llenaran más los bolsillos.

Allí esta en florida, agazapado, esperando a que soplen otros vientos en Cuba y volver al ataque, esta vez claro de parte de los que si defienden los derechos humanos, esos derechos que el aplasto en su día para lograr todos sus bienes. Cuando esto ocurra veremos cómo le irá a este personaje.

De momento Melesio con su actitud reparte ofensas por todo Miami como vivo ejemplo de un cubano desarraigado, que le da lo mismo su patria y quien la oprima, no tiene principios, el solo abraza la codicia de lo material, no tiene bandos ni partidos por los que luchar, el es el nuevo hombre creado por la revolución.

foto tomada de cubaencuentro.