Son tiempos propicios para ejercer la picardía, los picaros proliferan por toda la geografía cubana, están los que se dedican al tumbe diario, otros a la trata de esclavas sexuales, los que sin escrúpulos lo venden todo, venden hasta sus hijos y los de su vecina si fuera necesario, pero dentro de todo este ejercito de picaros y este exceso de picardía, está el personaje que más daño hace a la patria cubana, aquel pícaro que hábilmente enfrenta al discurso oficial de la dictadura con sus planteamientos diametralmente opuestos y un manojo de ideas y acciones sociales atractivas para las masas, pero en el fondo este pillo está ejerciendo la doble moral con unos hábiles objetivos, hacer un escaparate cara a la opinión pública, acopiar los méritos suficientes para lograr escaparse de esa maldita isla y porque no también para de paso con el apoyo brindado hacer caja.
Muchos personajillos de cuentos cortos están en escena simultanea, tenemos para todos los gustos, un faquir del extrarradio que pide justicia desde la inanición y al mismo tiempo firma una carta de perdón y mesura para los que las cometen, una filóloga creadora de fabulas y cuentos cortos, de la nada cotidiana vida cubana que es desconocida dentro de la isla, pero a la vez vitoreada, premiada y santificada por las ciber-masas y que cuando el plan de machete esta a ras de suelo, se desmarca de la etiqueta de disidente y desvía hábilmente su discurso hacia nimiedades tales como, preocuparse de porque la patata lleva mucho tiempo sin aparecer por los mercados, o también porque no un grupito de habilidosos abuelos y semi-abuelos que emulan en edad y trampas con los dictadores de turno, levantando tímidas e ineficientes banderas disidentes, para hacer más confortable sus vidas personales con los fondos que el exilio les deja con mil sacrificios.
Viniendo de Cuba ya me creo bastante poco, pero lo poco que me creo pienso que vale todavía para cambiar de rumbo el país, no sé que me ha convencido primero en mi falta de fe, si la eficacia en la forma de mentir y tergiversar la verdad del D.S.E. o la inmoralidad acusada de algunos que dicen defender con uñas y dientes la libertad de la patria vapuleada, mientras cuentan en su intimidad las ganancias y hasta hacen planes políticos y personales con ellas.
Yo sigo creyendo en los disidentes históricos, creo en algunos de esos que la SINA y sus adustos funcionarios, desde la óptica que se puede tener sobre un país en un confortable despacho con un lujoso sillón de cuero, pretenden desechar por edad y casi con carácter de mofa y cinismo cruel les reprimen porque pidan unos pocos recursos para su manutención.
¿De qué puede vivir en Cuba un disidente censurado, limitado y apaleado por todos los sectores oficiales? sin derecho al trabajo, ni a la propia vida, con un pie en la calle y otro en la cárcel, no es muy valido usar la ética a raja tabla contra un opositor, ante un gobierno sin la más mínima ética ni principios para con todos sus ciudadanos, resulta un dislate hablar en términos hirientes de personas que muchas de ellas aparecen en fotografías donde salta a la vista su pobreza extrema.
No, en todos los disidentes no creo, es imposible creer en todos, incluso me atrevería a decir que hay muchos de esos llamados disidentes que no actúan como tal, que no tienen claro cuál es la responsabilidad y la acción de la disidencia pacífica, pero a la vez coloco en mi pedestal de mala fe y verdades inconclusas a esos intereses mezquinos y diálogos insidiosos, que han quedado develados ante la luz pública a través de la habilidosa cortina de humo anti-crisis-mundial, lanzada oportunamente con Wikileaks como instrumento comunicativo, por sabe Dios qué grandes poderes internacionales oscuros.
A todos mis lectores, que tengan un feliz 2012, porque el 2011 va a estar de chúpalo y déjame el cabo. Gracias por la paciencia que han tenido leyendo los argumentos de un don nadie, aprendiz de filólogo y graduado de nada que tenga que ver con las letras.
Unos consejos para paliar el 2011
- Guarden el poco dinero que tengan debajo de su colchón, como a la antigua usanza, hay que castigar de alguna forma al culpable (los bancos) de todo lo que estamos pasando.
- Si ves que te van a quitar la casa o algún bien material, búscate un experto que pueda dilatar lo más posible la forzosa entrega, así le haces más daño a los culpables de tu desahucio.
- No se te ocurra suicidarte por las deudas, plántale cara al banco, que esta crisis no es eterna.
- En fin sean picaros, ejerzan la picardía, que ladrón que le roba a otro ladrón, tiene 100 años de perdón.
Nos vemos en enero, si logramos sobrevivir al holocausto alcohólico de estos días.