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Orden cerebral


Hoy me he levantado de muy mala leche, cabreado, empingado, en berro y mientras buscaba en San Google una foto para ponerla en mi post semanal, comenzó mi cerebro como siempre a generar ideas, siempre empiezo tratando de ordenar una Cuba a mis antojos y no veo donde poner muchas cosas que me laceran las ideas.
Cada uno tiene lo que se merece y yo merezco estar donde estoy por no querer enfrentar la realidad en mi tierra, cada vez siento más vigente la necesidad de estar allí, donde los míos poniendo mi granito de disidencia, pidiéndole un poco de algo, lo que sea, a mi vecino para sobrevivir y después el pidiéndomelo a mí, por necesidad o por desquite, no sé.
Tocando mí viejo caldero como protesta unas veces o por pura rumba otras, yéndome como mis amigos para una casa en la playa o un camping el fin de semana, echándome un litro de Chispa_e_tren, disfrutando de ese calor e intercambio social más eficiente que el Torrent P2P, en un universo no virtual, si no real, puerta a puerta de casa, que por estos lares no existe, cangándome en la resinga de la madre de Fidel y su revolución, cuando me quitaban la luz precisamente a la hora que comenzaba noticias 23 por mi parábola contrarrevolucionaria.
Constantemente muchas personas toman decisiones con partes diferentes del cuerpo alejadas de la corteza cerebral y pronto se lamentan, yo tome la mía sin usar mi cerebro. Me influyo mucho esa campaña sórdida que corre de boca en boca por las calles de la geografía cubana, “Aquí lo que hay es que irse” a veces he llegado a pensar que esta campaña forma parte de las pretensiones del dictador y su familia para eternizarse en el poder absoluto de la isla, ha sido tan eficiente en mi cerebro de lagarto esta campaña, que sentí la necesidad imperiosa de integrarme a esa masa de inmigrantes, agarre mis maletas, bueno que cojones mis maletas, un jolongo con dos mudas de ropa y cuatro libros prohibidos y me fui sin pensarlo mucho.
Cuando en realidad yo tenía que haber hecho mi propia campaña y decir “Aquí lo que hay es que quedarse y luchar” a lo mejor hubiera ganado muchos adeptos y quién sabe si ahora aquello estuviera cambiado.
Me resulta curioso que haya sido tan tonto. Tengo que aprender a usar mejor mi cerebro.


imagen copiada del blog Boring Home Utopics