CUBANOS DE HOJALATA.

Ivonne Malleza continuara presa hasta que su verdugo Raúl Castro se llene de placer, nuestros tiranos son unos transmisores de miedo y unos sensacionalistas de la represión, es el único método que conocen para mantener la mas estéril parálisis ciudadana nunca antes vista.
La sociedad cubana insular está enferma y el remedio a tal enfermedad no está en salir huyendo, eso solo es tomar una aspirina para mitigar el dolor, que suele agravarse más en el destierro, tampoco es un remedio robar para escalar posiciones en los estratos sociales-sociolistas y olvidar un poco la pesadilla, esta solución no hace más que enquistar la enfermedad y la metástasis suele traducirse en terminar en una cárcel cruel e inhumana por un largo periodo.
Hay muchos pasos a seguir para lograr nuestra cura, pero desgraciadamente tenemos que empezar por el primero y más importante, que a la vez resulta ser el más drástico y peligroso. Quitarnos de en medio toda esa lacra Castrense-Castrista que nos consume toda la energía y positividad, sin ellos en el escenario lograremos nuestra cura, con ellos solo conseguiremos un aplazamiento, que nos convertirá en enfermos crónicos e incurables cuando estos desalmados ancianos logren colocarnos en el poder a sus pichones de tiranos.
El cambio (la cura) está en cada individuo, solo necesitamos juntar las porciones que poseemos para hacernos fuertes y desde la unidad combatirlos con lo mejor de cada uno de nosotros, no dispersándonos ni debilitándonos que es lo que en realidad les conviene y quieren de nosotros y por lo que destinan ingentes cantidades de recursos en propaganda vomitiva.
La solución la tenemos los ciudadanos, la razón y la verdad están de nuestro lado y no concuerda con lo que nos quiere vender la dictadura, son ellos los únicos responsables de todos nuestros problemas. Cuba ya no volverá a ser como antes, es una locura creer que otro sistema político y social no es posible en la isla, es de tontos e inmaduros pensar que el capitalismo nos devorara, cuando a día de hoy observamos que las reformas que quieren implementar los tiranos no son más que formulas o mecanismos de tipo capitalista, pero con pinceladas a su estilo cerrado y dictatorial, ósea despiadado y salvaje, que es la seña de identidad que imprimen a todo cuanto tocan en el afán de su enfermizo continuismo.
Quieren seguir enredándonos para que su rueda dictatorial de aniquilamiento y destrucción continúe funcionando con nuestro sudor y sacrificio, la estrategia suprema es dilatar el sufrimiento para dar el zarpazo final y dejar colocados a sus descendientes, aunque nos quedemos sin isla, sin país y sin identidad. En nuestras manos esta detenerles.