REACCIÓN DICTATORIAL.

Interesaría ver a corto plazo una reacción positiva por parte de la dictadura, al veto favorable de la administración Obama para que continúe el festín y el pacotilleo entre los residentes nacionales (quedados) y los inmigrantes (escapados).

La dictadura en respuesta debería comprometerse a respetar el derecho que tienen todos los cubanos para entrar y salir de su país libremente sin control ni discriminación de ningún tipo.

Adaptar los precios de los bienes de consumo que se ofertan en moneda dura en sus tiendas para que así los cubanos no tengan que pagar a la dictadura primero por cambiar la divisa que reciben y después por los desorbitados gravámenes impositivos a los producto, haciendo esta suma un coste abusivo en el precio final del producto que tiene como destino las paupérrimas mesas cubanas.

Y lo más positivo de todo y más acorde con las buenas intenciones demostradas por el gobierno americano para con el pueblo cubano seria que debería despenalizar el criterio, la opinión y las manifestaciones por cualquier inclinación política.

Pero como todos sabemos nada de esto va a pasar, la dictadura una vez más responderá con dureza a todo lo que para ella constituya un peligro para su existencia, esa violencia es la clave de su éxito para que un 70% de los cubanos sean indiferentes a la política dictatorial y no opinen casi nada o nada referente a las arbitrariedades y los abusos que cometen las autoridades contra sus ciudadanos.

Esa indiferencia dañina, precisamente la promueven las disimiles válvulas de escape existentes en la sociedad, el pueblo calla, no sabe o no responde a cambio de no perder un miserable salario promedio de 10 CUC mensuales, de poder luchar en su entorno social y laboral que no es otra cosa que robar o revender robos, los quedados en la isla han decidido como estrategia de vida cambiar su libertad y dar la espalda a los pocos que luchan por ella solo por unas migajas para sobrevivir, los tiempos de los mártires con principios y entereza son historia lejana. La mayoría de ciudadanos allí forman parte consiente o inconsciente del deterioro moral acusado de toda la sociedad cubana.

A partir de la decisión de Estados Unidos de continuar flexibilizando los viajes y el envió de dinero, no descarten que en breve sea la propia dictadura la que comience a limitar los viajes familiares y verán que para ese entonces los que tanto chillaron al gobierno americano esta vez no dirán nada, callaran y acataran las ordenes de su verdugo una vez más, recordando así sus tiempos de silencio y esclavitud cuando formaban parte de los quedados.