Yo no soy un gato, no tengo la virtud de las 7 vidas, solo dispongo de una y me ha tocado compartirla 37 años en el insilio dentro de Cuba, el resto hasta la suma de 47 exiliado, en la tierra que me vio nacer sufrí las limitaciones y avaricias políticas de un régimen odioso y despótico hasta la médula, que solo vela por el bienestar de una familia, la misma que detenta el poder por más de medio siglo.
Ellos los que a punta de pistola expulsaron a un tirano del poder para colocar a otro de peor catadura en el mismo pedestal sangriento y constituir así una monarquía familiar-militar no parlamentaria (teniendo en cuenta que en Cuba el supuesto parlamento lo constituyen unas marionetas serviles, previamente pasadas por el filtro castrista), no me han permitido ver otra cosa que no sean prohibiciones, represión, desigualdad y atropellos. Desde que tengo uso de razón mi dignidad como ser humano ha estado muy limitada dentro de mi país y su ejercicio supeditado a perder la escasa libertad permitida por decreto.
Para poder ejercer mi dignidad y encausar mi moral por el buen camino, en aras de preservar mi buena sanidad mental, tuve que abrir la puerta del exilio y escapar, ahora me debato en la búsqueda de la felicidad, alcanzarla fuera de mi terruño no será tarea fácil, mientras, veo como el mundo se desarrolla para el bien y por el bien de todos menos para mis conciudadanos, que toca, ¿esperar?, ¿luchar?, ¿protestar?. El despropósito es tan grande que muchos ya no saben que hacer y nuestra libertad no aparece.
A veces tengo la sensación de que envejezco a mayor velocidad que las ostras gobernantes de mi querida isla, que el tiempo solo trascurre por mi, y en mis verdugos se detiene, a la espera de mi ocaso, me han jodido mi única vida, lo sé, aun así tengo que dar gracias a dios.
Soy un ser humano, no soy un gato, se imaginan ser un gato y tener que hacer uso de 7 vidas en Cuba.
Muy buena tu refleccion....
ResponderEliminarEs el sentir de muchos o de todos los que vivimos en el exilio.
No te frustres, amigo. Todo llega, y el esfuerzo se ha hecho, sí que se ha hecho.
ResponderEliminarEsperemos que esta espera no sea en vano y al final de sus frutos.
ResponderEliminarojala fuera un gato, para comerme al ratón de Castro.
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