DICTADURA NOSTRA

No me puedo imaginar la frustración que puedan sentir los controladores dentro de Cuba, (y no me refiero a los controladores aéreos) estoy haciendo alusión a esos siniestros soldados del G-2, adláteres de la familia imperial Castro que lo husmean todo, que abren todas las tapas de la intimidad personal, en la vida cotidiana de cualquier persona medianamente interesante o importante que habite o simplemente este de paso dentro del panóptico castrista.
Este siniestro ejercito ve como día a día el desarrollo imparable de las nuevas tecnologías de la comunicación hace que la efectividad de su trabajo se vea anulada, ya no son los tiempos en que con relativa facilidad podían controlar la entrada y salida de toda información con valor periodístico, hoy esa sucursal del G-2 y el DOR llamada Estación Terrena Caribe esta casi inservible, de nada vale que sigan prohibiendo a las agencias noticiosas radicadas en La habana el uso de una Fly Away para la emisión directa de sus noticias, por toda la isla pululan reporteros empíricos que cámara en ristre captan y difunden imágenes con testimonios que aparecen en las redes casi a tiempo real, acciones que hasta hace muy poco tiempo eran impensables y no escapaban al férreo control de estos personajillos (los controladores), hoy los empingorotados dirigentes y sus esbirros afines tienen que cuidarse de la exposición pública para preservar su impunidad pues en los tiempos que corren casi todo se sabe.
El trabajo sucio del G-2 hoy continúa, a diario utilizan con efectividad la extorsión y el chantaje contando para estas acciones con un ejército de chulos, prostitutas de lujo y despreciables pederastas, en Cuba solo basta que usted no coincida en criterios y objetividad con la dictadura para comenzar a correr un gran riesgo, es lo que tiene molestar a la mafia de los Castro, así es, así actúa la dictadura nostra.