LOS CUATRO

_Seguimos en la lucha hasta que me muera. (o te mantén)
Dice por teléfono el espía menos importante de los cinco que metieron presos.
¿Qué lucha es esa a la que hace alusión esta mierda humana?
A la de ir por ahí cooperando en el asesinato de civiles inocentes que por los parámetros que marca la dictadura castrista se convierten automáticamente en terroristas si no abrazan su ideología absurda y totalitaria.

Nunca en Cuba se ha visto salir de la cárcel a ningún reo ya sea común o político en ese estado de salud y pulcritud impecable que presentaba el espía liberado, que suerte tienen estas sabandijas y que desigual el trato a los ciudadanos entre la democracia y la dictadura. Rene parece no querer perder tiempo y desde ya le está pidiendo a su amo Raúl el ministerio de agricultura, él sabe que el cargo de ministro es el camino más corto para convertirse en un hombre solvente y pasar a formar parte de esa minoría aburguesada que habita en Cuba a la sombra y las ordenes de sus majestades los hermanos Castro.

Asco, mucho asco me da este ser despreciable y los muchos más que como Rene se ocultan todavía en el mismo corazón del exilio para seguir haciendo daño a los que abandonaron su patria, porque nunca estuvieron dispuestos a postrarse en cuatro patas ante su amo y lamerle las botas manchadas de la sangre dejada por los cadáveres abandonados a sus espaldas en estos 52 años de horror, fusilamientos sumarísimos y obligaciones de obediencia totalitaria. Lo único que puedo desearte espía es que mueras en la miseria y el anonimato cuando tus amos te desechen como una servilleta más colocada para usar y tirar en la gran mesa de sus caprichosos crímenes y despropósitos.