De qué sirve que me intenten consolar diciéndome que Haití está peor que Cuba, eso hacen los aviesos defensores de la dictadura, siempre han tenido como norma cuando es denunciado a la opinión pública algún grave problema que afecta a los cubanos en la isla responder acto seguido buscando un símil de peores características en cualquier parte del mundo, para mostrarlo como comparativa de consuelo a los que se quejan y denuncian lo ocurrido.
El secretismo enfermizo con que se tratan los problemas de la vida cotidiana en Cuba cobra matices dramáticos y muy peligrosos, resulta impresionante ver todo el aparato y los recursos que se mueven alrededor de cualquier cubano que este señalado por expresar abiertamente lo que piensa, es un crimen las condenas que se le aplican a aquellos libres pensadores que disienten pacíficamente, es vejatorio todo el abuso infringido durante todo un año a la madre del mártir Orlando Zapata Tamayo después de haberle asesinado a su hijo.
11 ciudadanos pacíficos todavía están en las cárceles cubanas después de un compromiso supuestamente serio del todo poderoso estado para conceder su libertad ¿Por qué continúan encarcelados? Porque no aceptaron la propuesta de destierro que les hizo la dictadura, si Raúl no faltara a la verdad ya hubiera liberado a los 11 del grupo de los 75.
Queda claro que todo seguirá igual después del inútil congreso de ideas obligatoriamente unánimes del PCC, veremos a las mismas marionetas aplaudiendo las malas ideas y la pésima administración de todo un país, está demostrado que después de la magna reunión devenida en circo romano, todo aquel que critique el dogma y el estado omnipotente continuara siendo castigado con crudeza y condenado al ostracismo, habrá cambios, sin dudas, pero para peor.
Los cubanos en su acusado afán de sobrevivencia han pactado sin darse cuenta con la familia imperial su propia esclavitud, una vez que usted acepta un trabajo que le deje un buen margen de robo ya está dándole el visto bueno a la brutalidad policial, ya se está comprometiendo con el mantenimiento de la falta de libertades y está aprobando la consecución en el poder de una familia que por más de medio siglo ha estado sometiendo y sangrando a todo un país.
Cuba hoy 60 años después de que se pronunciara la campaña allá por los finales de la década del 40 de “Vergüenza contra dinero” promovida por Eduardo Chibás vuelve a debatirse en el mismo grave problema de entonces, se ha perdido la generación de los años 60 y se ha anulado por medio de la fuerza policial la de los años 80, la isla hoy vuelve a estar corroída por la inmoralidad en todos los estratos de la sociedad, vuelve a ser necesario el símbolo de la escoba para barrer la podredumbre que ahoga nuevamente al país, se hace necesario y urgente rescatar la ética en la sociedad y proyectar una contundente denuncia contra la corrupción promovida y sustentada por la familia colonial castrista.
Despierta cubano, no dejes que otros por ti utilicen tu conciencia. El 2011 tiene que ser el año del cambio.